HerminioJF.-El futbolista Gaizka Mendieta dejará de vestirse de corto a partir de junio de 2008, cuando venza su contratro con el equipo inglés Middlesbrough, que no le renovará. A los lectores más jóvenes y menos futboleros de este blog les traerá sin cuidado el destino de aquel rubio de nombre vasco; al fin y al cabo hace más de un lustro que perdió aquella aureola de «crack» lograda con sus estupendas campañas en el Valencia CF de finales de siglo XX. En aquellos tiempos marcó el espectacular gol contra el Atlético de Madrid que diera al equipo Ché el título de Copa del Rey de 1999 y lideró al VCF, aunque en vano, en dos finales de la Champions League en 2000 y 2001. Gaizka Mendieta era entonces «el murciélago del escudo», y pese a su timidez y un carisma limitado, en esta ciudad no se hablaba de otro jugador que no fuera él. Eran los tiempos en que Los Planetas le convirtieron en un icono «indie» cantando aquello de «he puesto la tele y había un partido, y Mendieta ha marcado un gol realmente incleíble», y para pensar en una portada para el Extra Liga 2000 en Levante-EMV, no hacía ninguna falta montar un concurso como los de la Voz del Interior. Ni Farinós, ni «Piojo» López, ni «Kily» González: Para el redactor-jefe sólo había una alternativa: «Saca a Mendieta».
Mendieta, 1999. El Gol.
Yo no tengo ni idea de fútbol, pero uno no deja de sentir cierta fascinación por el imprevisible declive de aquel jugador que hace 7 años lo era todo y hoy en día apenas merece un breve en la prensa nacional. En 2001 el Lazio quiso llevárselo a toda costa y pagó por él 8.000 millones de pesetas (48 millones de euros), convirtiéndolo en el fichaje más caro de la historia de un jugador español. Pero nunca logró destacar en el fútbol italiano, y aunque brilló fugazmente una temporada cedido en el calamitoso Barça del 2003, ya no pudo levantar cabeza de una manera convincente, acabando apartado en el «equipo de los reservas» de un club mediano de la liga inglesa. Aquella canción de Los Planetas dejó de ser la música de inicio de «Diario Pop» de Jesús Ordovás en Radio 3. La Selección no volvió a convocarle, los valencianos dejaron de añorarle pues Benítez se encargó a base de 2 títulos de liga y 1 de UEFA de condenarle al olvido y yo empecé a buscar nuevos protagonistas para los suplementos de fútbol: Benítez, Aimar, Albelda…
Al enterarme de la noticia hace un rato no he podido dejar de echar la vista atrás, y he sentido una especie de escalofrío. Hoy, ciertamente, ya no somos los mismos. Hace un tres años que ya no tengo que preocuparme de las portadas de los suplementos de Levante-EMV, Los Planetas ahora mezclan el pop y el cante flamenco, el programa Diario Pop de Jesús Ordovás ha sido retirado de la Radio3 y su presentador jubilado y aquel fubolista glorioso que uno se encontraba en los bares de la ciudad, escuchando música como cualquier chico de nuestra edad, ha acabado mereciendo de mi parte esta especie de emocionado «in memoriam», más propio de un redactor difunto o de un jefe de talleres que pasa a cobrar su pensión. Pero es imposible no abandonarse a la melancolía, pues otra de las luces que alumbraba nuestra generación se ha apagado y una de aquellas canciones que pusieron banda sonora a nuestra juventud dejó de pronto de tener sentido. ¿Cómo volver a escucharla sin recordar que aquella frase de Los Planetas no es más que la caricatura de un sueño inconcluso, un fracaso inesperado, una de esas tantas esperanzas quebradas de nuestras propias vidas, cuando creyéndonos inmortales tanto esperábamos de Mendieta y tanto esperábamos de nosotros mismos?.
Los Planetas, Un Buen Día. Minuto 2:23
En tardes plomizas como ésta uno se siente más viejo; «El futbolista Gaizka Mendieta dejará de vestirse de corto a partir de junio de 2008, cuando venza su contratro con el equipo inglés Middlesbrough, que no le renovará.» Ya saben: «está acabado, hay que retirarle, ya no puede con las botas, es demasiado mayor…».
El próximo 27 de marzo cumplirá 34 años.
Qué bueno es Mendieta, qué buenos Los Planetas de Unidad de desplazamiento y qué buena Un buen día.
Yo iría preparando un «in memoriam» de Aimar…