HerminioJF.-En Tipográficamente, la «madre-de-todas-las-encuestas-tipográficas» realizada en 2007 por Norberto Baruch/Visualmente en la que les preguntó a 100 diseñadores cuál era la tipografía que más usan, la que más prefieren y la que más odian, la Copperplate asomó cabeza como una de las más denostadas por la profesión, posiblemente tan solo detrás de las previsibles Comic Sans, (esa tipografía que como Bruce Willis en la saga de la Jungla de Cristal, tiene el don de estar siempre en el lugar equivocado en el momento menos oportuno) y la Arial, a la que los selectos del oficio nunca le perdonarán la doble condición de ser una mala copia de la Helvetica, y que Gates la incluyera de serie en su tan poco glamouroso Windows de los 90. Pero.. ¿Qué maldición recae sobre la Copperplate para que diseñadores de toda latinoamérica como Ramiro Alonso, Carmen Riera, Patricio López, o Gustavo Nori hagan público su desprecio por ella?
Hay tipografías que dan ganas de matar: Intercambio de tarjetas en American Psycho. Christian Bale se pone cardiaco tras ver la del vicepresidente en Copperplate Gothic Bold… «incluso con marca de agua» Via UnderConsideration
Esta característica letra «incisa» diseñada en 1901 por Frederic W. Goudy, combina las formas de las sans serif «grotescas» de la época victoriana, con unos singulares remates puntiagudos que asemejan las incisiones de las letras cinceladas sobre piedra. Diseñada para ser empleada en mayúsculas en señalética y rotulación, se ha acabado convirtiendo en uno de los tipos más empleados en las placas y tarjetas de profesionales liberales como dentistas y abogados, las presentaciones más cutres en PowerPoint, o en las etiquetas de marcas de consumo masivo en supermercados. Quizás, como arguye Ezequier Rormoser, en el fondo odiarla no sea más que «una cuestión de piel», pero lo cierto es que la vemos en todas partes (está instalada de serie en todos los Windows 98, y en el 84,74% de los Mac), y su peculiar morfología la han convertido en una de las tipografías más fácilmente reconocibles incluso por los lectores menos expertos.
Incapaz de causar indiferencia, la blogosfera se divide entre la masiva multitud que afirma odiarla con todas sus fuerzas (aunque I Hate Copperplate Blogspot demuestra con una interminable documentación gráfica que su empleo en las marcas de cerveza, tabaco y quesos norteamericanas sigue siendo masiva por los diseñadores del país), y los pocos que manifiestan, con igual entrega, su amor sin límites por ella; aunque, todo hay que decirlo, es muy difícil tomarse en serio una web como I Love Cooperplate Gothic, que bajo el lema «Dios creó primero la Cooperpplate Gothic Bold, y después al hombre», últimamente anda empeñada en rediseñar la gráfica de la campaña de Barack Obama.
- Sobre el amor I Love Copperplate Gothic
- Sobre el odio I Hate Copperplate Blogspot.
- Y para los de contigo ni sin tí, el estupendo artículo en UnderConsideration «Dr. Cooperplate and Mr.Gothic»
Usada masivamente en uno de mís títulos de crédito favoritos (¿para cuándo una categoría específica en los Oscar?), en la película Gracias Por Fumar
Muy interesante todo el post.
«Dios creó primero la Cooperpplate Gothic Bold, y después al hombre”, jajaja muy buena.