La «Moleskine» de Picasso
HerminioJF.-La Moleskine es un cuaderno de notas legendario sobre el que Bruce Chawin recogía sus impresiones sobre la Patagonia, Picasso esbozaba sus grabados multimillonarios, y Ernest Hemingway llevaba la cuenta de los mojitos que se cascaba en La Bodeguita del Medio. Fetiche de la intelectualidad y de la bohemia, resulta difícil entrever qué hay de verdadero y qué hay de invención sobre ella; por lo pronto si los «cuadernos de negras tapas duras y grueso papel cerrados por una banda elástica» que emplearon Van Gogh, Matisse, Jean Paul Sartre o los anteriormente citados realmente provenían de los fabricantes franceces de la Moleskine original (extinguida en 1986) o se trataban de «cuadernos de negras tapas duras y grueso papel cerrados por una banda elástica» de otros fabricantes distintos. Aunque eso poco importa ante la imparable apisonadora del ‘marketing’: registrada y vuelta a fabricar en 1998, la avispada empresa Modo&Modo, como tantas otras firmas italianas de moda y complementos, ha sabido potenciar la marca, (quién sabe si reescribiendo un poco su leyenda), para generar el «glamour» suficiente como para poder sumarle al coste de la celulosa y la goma un considerable sobreprecio a cuenta del intangible peso de la Historia.
Algunos de los dibujos en la Moleskine de Gabi Campanario sacados de su Flickr.
Pero quien seguro que sí que la utiliza, y de qué manera, es Gabi Campanario. Un diseñador e ilustrador español que actualmente trabaja en el Seattle Times. Tras licenciarse en Periodismo en Navarra en 1992, y pasar por varios departamentos de diseño de España, Portugal y EEUU, (desde La Vanguardia al USA Today), finalmente ha acabado recalando en la lluviosa ciudad que viera nacer a Nirvana y los Starbucks, y todos los días, camino de su trabajo en el diario, retrata en su Moleskine a los anónimos viajeros con los que se cruza durante sus trayecto en autobús.
Cuando se escapa de la redacción, a Gabi también le encanta dibujar las calles y la gente de Seattle. Escenas de la vida cotidiana del noroeste de los EEUU, donde se cuelan sus hijos, sus excursiones de fin de semana y el paisaje urbano que contempla cada día desde la ventana de su mesa en la redacción. En su blog gabicampanario.blogspot.com va recogiendo sus impresiones y comentarios personales acerca de los bocetos que realiza, como aquella vez que un pasajero hecho una furia le reprochó que le retratase y le exigió que le diese el dibujo: «Si alguien me grita otra vez como si le hubiera robado la cartera, le recordaré dónde está la cámara en el autobús grabándolo todo. ¿Qué prefiere Usted, que yo le dibuje o que le grabe el Gran Hermano?», escribe divertido en uno de sus post.
Decargar en PDF desde la web del Seattle Times.
Pero no solo es un blog de ilustración. En cierta manera es también un blog, cómo decirlo, de «diseño periodístico colateral», porque aunque rara vez muestra directamente los trabajos que realiza para el periódico, sí que nos ofrece los bosquejos e ilustraciones con los que acabará componiendo finalmente los diseños para los gráficos y la portadas que realiza con el ordenador, inspirados la mayor parte de las veces de esos «bocados de realidad» que va capturando de su entorno en sus paseos por la ciudad.
Para mí es un lástima que no nos muestre el resultado final de su trabajo profesional, pero este extremeño-catalán ha preferido que su blog sea tan solo un «sketchblog»; una bitácora de bocetos inacabados, una ventana desde la que observar desde su mirada de diseñador e ilustrador el día a día del extremo Norte de la costa Oeste americana. Un blog plagado de pequeñas sorpresas de esas que te recuerdan que la vida vale la pena, como las sucesivas entregas del diccionario visual Español-Inglés que está creando para que sus hijos nacidos en EEUU aprendan castellano. (Por ahora solo para ellos, en exclusiva). Y lo más sorprendente es lo rápido que dibuja, puesto que a cada página no le dedica más de 5 o 6 minutos. Sin duda una habilidad entrenada día a día a golpe de balanceo en el autobús, intentando pasar desapercibido entre la multitud, mientras captura para la eternidad de la Moleskine un instante de sus vidas después del desayuno.
- El blog de Gabi Campanario
¿Alguien más se anima? Moleskine Reporter Pocket Blanco. 9×14 cms. 192 páginas. 9,5 euros.
- La Moleskinerie, el gran blog sobre el mundo Moleskine.
Gran post, Herm. Aquí otro moleskineadicto. Por desgracia no las llenos de talento a toneladas como hace este muchacho (menudo crack!). Lo mío son notaciones de trabajo y poco más… Aún así hay que reconocer que, hasta las mías, son especiales. Tanto que las acabadas me cuesta tirarlas. Y ese bolsillito interno viene la mar de bien…