CuatroTipos

Diseño periodístico y más.

El Mac triste

  Tomás Gorria.
Corría la mitad de los ochenta: después de dar algunos tumbos y de dejar inconclusa alguna carrera, la vida hizo que recalara en un estudio de diseño gráfico en el que me encargaron la maquetación de unos libros de texto. Antes ya había coqueteado con el diseño editorial, con el diseño de revistas y periódicos de carácter alternativo y fanzineroso, a vueltas con la fotocomposición y el letraset. Pero en aquel estudio había una máquina nueva: un reluciente Macintosh 512y una impresora Laserwriter, y con el PageMaker 2.0 y cortando y pegando pudimos maquetar aquellos libros. Un día, por casualidad,  leí en Las Provincias que en el diario necesitaban a alguien que conociera el entorno Macintosh, respondí al anuncio y entré a trabajar en el periódico. Aquí empezó mi periplo profesional en el mundo del diseño editorial y en el periodismo, siempre con la ayuda de un mac. Asi que puedo decir sin temor a caer en un tópico slogan (aunque no seria un mal slogan)  que Apple cambió mi vida.

Hay un consenso generalizado en considerar que Gutenberg (un impresor, un tipógrafo) cambió el devenir de la cultura occidental, inventando un artilugio (el libro) que ha marcado de manera decisiva la forma de transmitir el conocimiento. Y seguramente la importancia de los inventos que han ido saliendo de Cupertino tengan una repercusión social y cultural similar a la que supuso el desarrollo de la imprenta. Y si escucháis  el famoso discurso de Jobs en la Universidad de Stanford comprobáreis que en gran medida, el diseño de los Macintosh estaba influido por la formación tipográfica de Steve Jobs. Así que podríamos decir (arrimando el ascua a la sardina tipográfica) que la tipografía ha tenido una influencia relevante en los artilugios que han marcado y van a marcar en el futuro la manera de  aprender y de transmitir el conocimiento.

Recuerdo que en las interfaces de aquellos primeros Macintosh, (que tras casi treinta años, resisten bien el paso del tiempo) entre los estupendos  iconos de Susan Kare había uno que era de los más temidos, porque presagiaba problemas: era el del Mac triste. Hoy más que nunca despierta un sentimiento entrañable y de nostalgia y es un grafismo perfecto para un día como hoy.

Y aunque la mitomanía no es lo mío, sirvan estas líneas como apresurado homenaje a Steve Jobs ahora que está en el Mac Allá.

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  Diego Obiol.
Nunca he hecho cola para comprar un producto Apple. Ni he visto ni usa sola Keynote. Me trae sin cuidado que en mi ciudad está a punto de inaugurar un flamante y céntrico Apple Store. No he visto el famoso discurso de Jobs en la universidad de Stanford (seguramente lo haré hoy)… Este es pues el homenaje modesto y particular de un simple y agradecido usuario de Macintosh. 

Año 89-90. Primer encuentro con la sala de informática del CEU San Pablo, llena de Macintosh «Classics» -cabezones-. Dentro de la carrera de Periodismo la asignatura de Tecnología de la información nos permitió tomar el primer contacto con un mac. Leer postdata al final del texto

De ahí, armados con un Quark Xpress primigenio y versiones de Freehand que ni recuerdo, salieron unos cuantos fanzines, e incluso una revista que autoeditamos en el aula imprimiendo los «fotolitos» en una enorme LaserWriter en un papel trasfer que luego llevábamos a pequeña imprenta de valencia donde también se imprimía la legendaria Cartelera Turia. Fué mi/nuestra primera aventura periodística/editorial.

No tardaron en llegar nuevos LCII al aula y en casa entró mi primer Macintosh, el LC475. Compaginé los estudios con trabajos desde casa para aventuras fazinerosas e incluso un año como becario del aula de Tecnología. Terminé la carrera, comencé a trabajar siempre acompañado por estos cacharros. En un post anterior sobre arqueología informática podréis leer más sobre mi particular parque informático. Un parque que ha visto como Steve Jobs volvía tras su aventura en NexT para revolucionarlo.

Llegó dando un volantazo con los primeros iMacs, y le siguieron el iPod, y más recientemente con el iPhone. Cada uno con su historia particular de trabajos, anécdotas como los viajes a imprenta con la CPU del 475 bajo el brazo, el rayo que casi fundió el iMac…

También están otras experiencias, como la prueba exhaustiva que realicé para una revista de informática del Mac OS 8, mis colaboraciones como redactor en MacByte… En fin, como en el caso de Tomás han sido un montón de experiencias que, tanto en el ámbito profesional como «civil», no me imagino sin las máquinas que llegaban de Cupertino.

Y no nos olvidemos de Pixar. Steve Jobs no fue solo un genio de la tecnología informática. También cambió el cine. Supo imprimirle su ADN  al cine de animación realizado por ordenador y hoy es difícil imaginar la historia reciente del séptimo arte sin Toy StoryWall-E, o Up.

Queda claro que, al igual que Tomás, me ha pillado mayor esto de ser fanboy, y tampoco me he llegado a considerar uno de los viejos evangelistas de los primeros tiempos de la manzana multicolor. No soy informático, y por más que me haya visto obligado a defender mi opción como viejo usuario de mac en una conversación con usuarios de PC/Windows siempre he limitado a afirmar que esta era una opción personal y completamente pragmática. Estoy cómodo con trabajando con un mac y no he necesitado valorar otras opciones. Así de simple.

Casualmente, esta misma mañana, mientras comenzaba a redactar este post ha pasado por el estudio otro miembro de los cuatrotipos, Javier Pérez, que como ya sabréis anda liado con estos cacharros que de una manera o de otra nos dan de comer. Javi es hombre de grandes y sonoras frases. La suya ha sido «se ha ido el hombre más influyentes de la historia reciente». Le he mirado con cara y rápidamente ha puntualizado, «bueno, de los 10 más influyentes». Seguidamente hemos mirado la estantería llena de libros y revistas, hemos pensado que la mayoría de esas «aventuras» editoriales han salido de un mac…

Que si, Javi. Que tienes razón. Que se ha ido un tipo importante de verdad. Para todos.

PS: Nuestro buen amigo Ángel J. Castaños, profesor de Diseño periodistico y Producción Periodística Multimedia en la UCH-CEU de Valencia ha tenido la gentileza de detallarnos la información de los equipos de aquella aula de informática donde, al menos 3 de los cuatrotipos, tuvimos nuestro primer contacto con los macintosh:

«La primera sala de mac’s del CEU abrió en 1989. Usamos el modelo Mac Plus con pantallas monocromo de 9 pulgadas 1Mb de RAM y sin disco duro. Había 30 máquinas. Arrancábamos con disquetes de 3,5” y dependíamos de otros tres Mac Plus, cada uno de ellos con un disco duro de 20Mb. Todavía conservo uno de esos Pluses. Hoy lo he encendido y arranca perfectamente. Después llegaron los LCII 4/40 y luego los Mac Performa 630, ya con unidad óptica.
En el año 2000 nos trasladamos al nuevo edificio en Alfara del Patriarca y a los 630 los sustituyeron la primera generación de iMac, ya sin disqueteras. La sala aumento a 40 máquinas, más 10 de reserva en una sala adjunta.
Luego llegaron los eMac, tan blancos como pesados y posteriormente los iMac de aluminio. El pasado mes de septiembre hemos adquirido nuevos iMacs.
Como véis, toda una vida de relacionada con los Apple, desde aquel lejano ya 1989. Por la sala han pasado un montón de profesores, becarios y alumnos. A muchos de nosotros el uso de estas máquinas nos ha moldeado la vida, sin duda».

Gracias al gran Lobo Solitario por hacer de «conseguidor».

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  Javier Pérez.
LA REVOLUCIÓN DEL PAPEL
De alguna manera, Jobs inició la revolución del diseño de prensa con sus inventos. Gracias a sus herramientas tan terriblemente usables, personas tan necias e inhábiles como los diseñadores y los periodistas hemos podido mezclar texto e imágenes de una manera razonablemente artística. Desde la revolución tecnológica de los 80, los Mac han sido el germen de los diseños que han acabado impresos en toneladas de papel. Arboles muertos y tinta tóxica. Libros, revistas… ya saben, la Cultura: «This is a printing office».

Jobs, «Person of the Year» de Time en 2010.

Jobs, «Person of the Year» de Time en 2005.

LA REVOLUCIÓN DIGITAL: A LA PORRA CON EL PAPEL
Después de hacer posibles los mejores diseños en papel de la Historia, la última gran acción de Jobs ha sido darle la puntilla al negocio de la impresión y los medios impresos. El iPhone fue el modelo de smartphone que se ha impuesto. Los teléfonos ya son el principal medio de consumo de noticias. Y luego el iPad. Si alguien piensa seguir en el negocio de la información la próxima década, será mejor que vaya pensando en píxeles. Ya sea con el rey iPad: 1024×768, con Sony 1280×768, o con el Galaxy (1200×800) o con el puñetero mecanismo que salga el mes que viene. Vengan los tercios de culo o de cara, con Android o con iOs, lo cierto es que el papel se acaba y Steve también es, en cierta medida, responsable. Tablets, teléfonos… ya saben, la Cultura: «This is (NOT) a printing office».

EL VIVO, AL BOLLO
Mi teléfono y empieza por «i», como mi ordenador, mi tablet y mi pantalla secundaria. Una manzana mordida es el material del que están hechos los sueños tecnológicos y también del diseño útil. Y es fenomenal. Pero alegrémonos ahora de no ser Steve Jobs y disfrutemos de otra galleta. Ñam!

2 comentarios»

  punchcoders wrote @

Inspirados, como siempre (quizás más de lo habitual), me ha encantado. ¿Herminio no ha escrito nada?


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